00:28|00:38 <||||007||||> 12/01/08
]:Feelings of a Bear[^^|><|-_-]::.
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La tierra lo absorbió sin que le diera tiempo a defenderse de lo ocurrido.
En el sitio de la desaparición quedaba una mochila manchada de barro en la que podía verse dentro una gran libreta desgastada por el tiempo, un lápiz con la punta rota y unas llaves repletas de llaveros.
El bosque emanaba peligro por cada hoja de árbol que tenía y la oscuridad le prestaba el poder del miedo sin pedir nada a cambio, mientras, la niebla daba el toque tétrico poniéndo la guinda al pastel paisajístico.
Con un poco de observación se podían llegar a ver detalles personales del lugar que parecían haber sido escondidos por la propia naturaleza.
El pequeño lago estaba cubierto por hojas asimilando a un soldado camuflado en el campo de batalla y las rocas vestían trajes verdes y apretados de motivos variados.
A unos pocos metros de los objetos que se hallaban en el suelo, una casa de madera era cubierta por las ramas de los sauces llorones que inundaban la zona. La arquitectura rural tenía algún que otro cristal de las ventanas rotas, por las que se llegaba a divisar una pequeña y tenue luz blanca en el interior.
Aparentemente nada sospechoso si no se tenía en cuenta lo que había ocurrido.
Nadie se preguntó que hacían esos objetos en el medio de la nada, nadie se dió cuenta de lo que en ese bosque había pasado, absolutamente nadie se preocupó del misterio del oso de peluche desaparecido....
En el sitio de la desaparición quedaba una mochila manchada de barro en la que podía verse dentro una gran libreta desgastada por el tiempo, un lápiz con la punta rota y unas llaves repletas de llaveros.
El bosque emanaba peligro por cada hoja de árbol que tenía y la oscuridad le prestaba el poder del miedo sin pedir nada a cambio, mientras, la niebla daba el toque tétrico poniéndo la guinda al pastel paisajístico.
Con un poco de observación se podían llegar a ver detalles personales del lugar que parecían haber sido escondidos por la propia naturaleza.
El pequeño lago estaba cubierto por hojas asimilando a un soldado camuflado en el campo de batalla y las rocas vestían trajes verdes y apretados de motivos variados.
A unos pocos metros de los objetos que se hallaban en el suelo, una casa de madera era cubierta por las ramas de los sauces llorones que inundaban la zona. La arquitectura rural tenía algún que otro cristal de las ventanas rotas, por las que se llegaba a divisar una pequeña y tenue luz blanca en el interior.
Aparentemente nada sospechoso si no se tenía en cuenta lo que había ocurrido.
Nadie se preguntó que hacían esos objetos en el medio de la nada, nadie se dió cuenta de lo que en ese bosque había pasado, absolutamente nadie se preocupó del misterio del oso de peluche desaparecido....
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