lunes, 15 de octubre de 2012

relato 403

02/09/09........??:?8
✖ sin rumbo por la matriz

Una noche estupenda ¿verdad?

Sábado noche, y una brisa caliente que acaricia nuestras pieles. Los jóvenes en sus casas se preparan, para dejar en el recuerdo la mejor parte de ellos en esta noche, una ya de las últimas de este verano del 2009. Que si unos cuantos vasos de alcohol, que si unas hierbas psicoactivas, y unas montañas de risas y conversaciones anecdóticas. Encuentros con amigos perdidos en el espacio, que se sincronizan con nosotros sin quererlo ni esperarlo.

Música en grandes dosis, siempre acompañada de sus bailes espontáneos. Muchos perseguidores de un acompañante de cama, buscadores de un inhibidor de soledades. Otros más ilusos, en busca del amor platónico y perfecto. Unos consiguen lo que buscan, compartiéndose entre sábanas calientes, y otros vuelven una vez más, a dormir acompañados únicamente del silencio y de la oscuridad.

Y noche tras noche, las búsquedas quedan archivadas alrededor de toda nuestra habitación, y los deseos incumplidos se an amontonando, pero nuestra diversión es complacida con expectativas, y nuestro entretenimiento alimentado, mientras el aburrimiento yace apaleado, excepto por el día y por todas las otras noches, el viernes muchas veces incluido, porque extraña e inconscientemente decidimos, que las semanas duren solamente siete días, y el día de la salida nocturna sin complejos, miedos ni carencias, se limite a uno de esos siete imaginarios.

Sólo el paciente es consciente, de que en esta vida efímera casi no hay nada instantáneo, siendo los mejores de los cambios, dirigidos a nosotros por lo que llamamos suerte o casualidad, y el que se esfuerza, arriesga, no siempre consigue, pero el que no lo hace también suele salirse con la suya, qué Universo más injusto dirán algunos, yo en cambio, pienso que lo verdaderamente injusto es tener que esforzarse, total para acabar en una situación que nunca deseamos, es como ir a por pan y al ver todo lo que hay en la tienda, volvemos con galletas. Y claro, entrenamos días tras día para tener la casa llena de panes de todos los tipos, pero a la vez nos vamos dando cuenta de que cada vez nos gusta menos el pan, y más todo lo otro, pero para cuando por fin lo asimilamos, cuando estamos seguros de que nuestros gustos variaron, ya está la casa llena de panes de todos los olores, colores y sabores, pero no nos gusta ya el pan.
Y ya a penas tenemos para llenar la casa con algo más, ya a penas nos queda tiempo para saborear nuestros últimos años de vida, y entonces regalamos todos nuestros panes, nuestra casa, y nos perdemos vagabundeando sin rumbo por la matriz....

¿Me permiten un consejo?
Creen sus propios horarios y calendarios,
y veréis como con el paso del tiempo,
cada hora transcurrida se convertirá,
en un sábado noche....
.:403:.

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