sábado, 29 de marzo de 2008

RT077||||||> Observando la Elipse Crepuscular

05:08|05:38 <||||77||||> 29/03/08
Observando la Elipse Crepuscular

Amistad.
Incambiable amistad.

No hay mejor manera que los golpes para reforzarla.
Sin caídas importantes no existe la verdadera.

Un primer tropiezo puede conllevar a un buen tiempo separado.
Incluso puede conllevar a la bárbara razonalización de un simple intercambio de palabras.

Si esa etapa desaparece todo volverá a una normalidad relativa.
La amistad volverá a completarse cual piezas de puzzle encajadas.
Pero esta vez todo será diferente.
Será la vez en la que la mente variará inconscientemente.

Un control de situaciones relacionadas con el pasado se tendrá.
Se intuirá que se debe o que se debe dejar de hacer.
Una profundidad mayor habrá.

Pero cuando menos te lo esperas,
vuelves a tropezar con una piedra más grande y mas dura que la anterior.
Las cosas parecen estar complicadas esta vez para que todo se solucione.
Es aparentemente imposible solucionar la tensa situación.

Y sin querer darte cuenta todo vuelve a estar normal.
Se aparenta que nada hubiera ocurrido y la amistad se vuelve a fusionar.
Las ganas de volver a pasar más tiempo con la persona con la que te sientes bien conversando,
vuelven a brotar en lo más profundo del ser.


Un día te das cuenta de como debió ser todo desde el principio, pero ya es tarde,
porque de la misma manera que la amistad se reforzó,
lo hizo a base de heridas por la que aun se conservan cicatrices.


Sientes que te falta la confianza de los comienzos del relato,
sientes que se acabaron las innumerables tonterías,
sientes que la seriedad es el pilar principal de las cada vez más escasas charlas.

Te sientes totalmente impotente ante las ganas de pasar más tiempo delante de la gran amistad creada con el paso del tiempo y con sus consecuencias.
El problema es que cuando ya está todo moldeado,
como siempre debió de estar,
se apagan las luces dejándote a ciegas en el paisaje que por fin conocías.

Dejándote con ganas de dormir en la fresca hierba de verano plantada años atrás.
Dejándote con ganas de avanzar por el camino que no cogiste desde los comienzos.
Por el camino menos embarrado en comparación al tomado.

Un gran paréntesis se produce.
Entonces la amistad se pone en ambar y comienza a parpadear cual semáfaro.
No sabiendo si algún día llegará en que la luz torne a verde,
o por el contrario se coloree de rojo,
sacrificando al mismísimo sentir aun más allá del interior....



> Quizás el motor principal que mueve nuestro coche,
sea el principal en decidir si dejarlo morir o luchar,
porque el tiempo demostró lo indemostrable,
y es que más vale caminar que volar,
pudiendo en cualquier momento todo lo creado anegar....








.:77:.

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