lunes, 24 de marzo de 2008

RT076||||||> XIII....

01:48|03:08 <||||76||||> 24/03/08
XIII

Me siento ahogado mientras noto la presión de mis pulmones dificultándome el respirar.
Percibo una mezcla de dolor y sufrimiento masoquista junto a un sueño próximo.
Entonces me percato de la textura de una soga que aprieta mi cuello calurosamente.
Cada vez pesa más mi cuerpo pero en ningún momento noto síntomas de cansancio.
Escucho sonídos armoniosos fusionados con ruídos imposibles de captar en su totalidad.

Cuando menos me lo espero,
la cinta de carrocero que tapaba mi sentido de la vista,
se despega rápidamente dejándome un leve escozor en los párpados.
Por fin puedo ver mi alrrededor, y ahora que lo pienso, habría sido mejor seguir ciego.

Estoy en una habitación espantosamente gigante sin una sola ventana por la que logre entrar la luz.
En el destrozado techo una tenue bombilla cuelga parpadeando cual faro,
dando a entender que su muerte está más cerca de lo que parece.
Una destartalada silla de rancia madera repleta de polillas es lo único que me separa de la caida con pasaje al más allá.


En ningún momento temo lo que me deparará el futuro al tener mi supervivencia en circunstancias críticas.
No tengo la menor idea de como salir de esta situación,
comienzo a darme cuenta de que quizás me esté enfrentando a un problema sin solución.

Me canso de luchar contra un final que demuestra estar totalmente predestinado desde los inicios.
Mis fuerzas ceden finalmente y cada uno de los músculos de mis pies se relajan,
dándole paso a la fría guadaña en la que se ve reflejada una oscura y letal túnica.


Comienzo entonces a ahogarme totalmente.
La fuerza con la que la cuerda no me dejaba respirar está a punto de liderar el combate contra el mismísimo,
contra el complejo pero por lo visto débil cuerpo humano.
Mis ojos se injectan en sangre pareciendo salir de órbita en cuanto se me ocurra pestañear.
El torso se endurece luchando contra lo imposible,
como el último de los recursos ejecutables.
El pecho comienza a retumbar a velocidades imposibles de medir sin control alguno.
La angustia del fin hace que me olvide de absolutamente todo lo que me rodea.

Silencio
Viento....


Una suave brisa complementada con un pacífico silencio inunca las inmensidad en todas las direcciones.
La bombilla entrega sus últimos suspiros,
obsequiando los derraderos segundos que podía dar de si,
en consecuencia se debilita lentamente hasta extinguirse en absoluto.

Oscuridad

Una total oscuridad vergonzosamente minimalista es lo único que acontece.

Vuelvo a tener la capacidad de sentir.
Una sudorosa y fría gota recorre mi frente muy pausadamente.
Vuelvo a tener el control total de mi cuerpo.
Abro los ojos y doy un estrepitoso y a la vez torpe salto del lugar en quien sabe donde me situaba.

Asimilo entonces al momento lo que nuevamente como,
ya era de esperar, había ocurrido.

La apogeante pesadilla que noches atrás me perseguía acosándome hasta despertar,
una noche más me despojaba de un preciado tiempo de sueño sin poder evitarlo.
Juro que esta será la última vez que me duerma escuchando No it isn't y When Your Heart Stops Beating en modo repetición....



> Quizás llegue el día en que las pesadillas desaparecerán del mundo,
únicamente los sueños deseados serán los elegidos para acompañarnos por las noches.
Cada vez que nos despertemos lo haremos con el mejor de nuestros pies,
ya que un cuarto de nuestro total de tiempo percibido,
será vivido en el mismísimo centro de nuestras ilusiones,
y eso, y únicamente eso,
será motivo suficiente para volver a enfrentarnos a la vida un día más,
y un día más,
y un día más,
y un día más,
y un día más,
y un día más,
y un día más,
y un día más....








.:76:.

No hay comentarios: