lunes, 28 de septiembre de 2009

relato 324

04/05/09        19:18
✖intencionalidad causal sincronizada....

Y nuestra alma se va turbiando poco a poco,
se va indignando y ofendiendo
cada vez que observa a su alrrededor,
mientras se crea una costra cada vez mayor,
que parece no poder cicatrizar jamás.
una costra que tapa la herida a la vista,
pero al fin y al cabo tan sólo una costra.
Entonces todos vamos por ahí heridos,
tapando y ocultando el núcleo del problema,
algunos mejor y otros peor,
pero a todos es posible hallarles el lugar sombrío,
el revuelto aunque aparentemente equilibrado punto,
donde el inconformismo goza de eternidad inconsciente.
Cada uno entonces para no caer en trampas
tanto naturales como artificiales,
cada uno repleto de ignorancia
y vacío de sentido común,
se dedica  a seguir las pautas
que otros les dan,
en vez de crear intuitivamente
cada uno de ellos,
su propio camino individual y personal,
tan único como  cada uno de ellos mimos.
Desgraciada y aproximadamente,
aún somos 4/8 del todo,
pero si tenemos en cuenta que tiempo atrás
tan sólo fueron 1/8 de ese todo,
y que la velocidad en la que se acerca eñ 8/8
es tan rápida que ya ni podemos fijarla,
yo diría que explotaremos en miles de colores.
muchísimo antes del cambio de siglo,
hasta me arriesgo a decir,
que ese momento de expansión
de hecho ya llegó,
ya está más que instaurado en nuestro presente,
pero conseguirá acomodarse y explayarse sin límites,
cuando destrocemos la rueda y del destino
prácticamente inexistente,
y hagamos de nuestras vidas
exclusivamente lo que deseamos,
sin que nadie turbie nuestra alma
en ningún momento,
sin heridas, sin sufrimiento.
Sólo nosotros elegimos ser los dañados.
sólo en nosotros recae la elección de iluminarnos,
u oscurecernos hasta morir ahogados en veneno,
por muchas ofensas y ofensores
que existan a través de la historia,
el ofendido es el único que posee el poder
de llamarse y sentirse como tal,
y el que sepa apreciar un buen atardecer cálido
podrá darse cuenta de todas las consecuencias
que se obtienen con el pin del ofendido,
sabe que responder al ofensor con una ofensa,
aunque ligeramente celeste e innovadora,
no termina nunca con el círculo vicioso del ofensor,
que lanza ofensas, buscando precisamente un  ofendido,
más bien lo retroalimenta de forma acelerada,
y jamás en toda la eternidad
que se dice pronto,
nadie podrá curar moratones con más golpes,
aún siendo estos realizados en sitios diferentes.
Dejemos de una vez por todas de navegar
por encima de los problemas casi absolutos,
una década,  máximo dos,
y les aseguro que no habrá barca ni transatlántico
que soporte la tempestad avivada,
por nosotros mismos en estos días,
después el que quiera que piense que fue casualidad,
o intencionalidad causal sincronizada....
.:324:.


No hay comentarios: